domingo, 28 de noviembre de 2010

Hidden Track

ella lee
y yo deseo
que siga leyendo
termine
y me abrace
y dormir hasta la tarde
ella lee y yo escucho
sus manos en las hojas

se detiene
distraída, observa la habitación
no habla
lo mira
se acuesta en el suelo
dándole la espalda

yo sueño con dormir
soñar
y
dormir

ella duerme
y yo sueño
con ella

martes, 16 de noviembre de 2010

Los que somos como Hermes

En una singular caravana, navegan por la hipersecuencia aquellos que son como Hermes. Algo taciturnos y desplazados, se enfrascan el las practicas mas dispares. Hay quien dice que son genios, magos y artistas. Hay quien dice que sus almas les pertenecen. Hay quien dice que son los mas grandes vendedores de falsedades de la tierra. Se cuentan infinidad de historias sobre aquellos que son como Hermes, y todas parecen contradecirse. Acaso sea esa la cualidad de quienes son como Hermes. La de ser y no ser al mismo tiempo. Sean o no, conozco poca gente que no haya oído hablar de ellos. Tal vez los conozcas bajo algún otro nombre. Hacen eso muy seguido, inventar identidades, tan seguido de hecho que algunos hasta olvidan que son como Hermes. ¿Y cómo es Hermes entonces? Eso te lo voy a dejar pensar en paz.

Pregunté al cambiaformas sobre su tiempo como Hermes. "El me enseñó a cambiar de forma." y esa fue toda la respuesta que obtuve de (el/la/eso/mi).

Pregunte, entonces, a Hombre-Serpiente y me mostró un espejo.

"Estas mirando a uno de ellos."

Recuerdo mis días en la caravana...

Te saludo, desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad.

G.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El trinar del alba... entre otras cosas.

Era como un camión golpeando las puertas del cielo incesantemente. Los golpes resonaban como piedras en un estanque, alcanzando los mas recónditos niveles de la consciencia. Latía un pulso electromagnético hacia el kundalini, levantando el cuerpo desde los genitales hacia el próximo estado de la secuencia. Espiralado, despertaba nociones enigmáticas, preguntas que exigían respuestas. Preguntas que se repetían infinitamente en una iteración-nudo de la mente. Como siempre, sonaban truenos en la lejanía. Ourboros, anillos secuenciales, sellos mas antiguos que la historia, los sospechosos de siempre resonando, delimitando el patrón. Como siempre, esa sensación de que algo estaba a punto de comenzar. Como siempre, esa sensación de que algo estaba a punto de cambiar/terminar/florecer/estallar. El apocalipsis mismo, sucediendo frente a nosotros. Y, como siempre, esa sensación de que esa sensación siempre había estado ahí. Información encapsulada en una zona de tiempoautónomo. La mente se borraba y se reescribía en código trinario. Asomaba el sol (como siempre) y (como siempre) la realidad se partió en ese momento. Nos miramos, sabiendo que ese trino, no menos ni mas real que otra cosa, provenía directamente de esa reestructuración trinaria de nuestros patrones. Así y todo nos miramos. Y nos regocijamos de la vastedad que nos rodeaba, pues en El Suceder uno se encuentra rodeado del universo y si hay algo que se puede decir sin lugar a dudas del universo, es que es vasto.

Pasaron algunas horas, el sol ya dominaba completamente el cielo. Detrás nuestro, la ciudad se alzaba como la rabieta de un dios aniñado a quien le negaron un capricho. Delante nuestro, el pantano, colmando todo el espacio visible, lleno de vida. Pasaron unos pastores de humanos y ese fue nuestro pie para retirarnos. Teníamos un largo viaje que emprender.

(como siempre), te saludo desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad.

G.

martes, 9 de noviembre de 2010

Sobre los hijos amados de Sol

Soy el sol invicto
Eterna fuerza del movimiento
Grito ardoroso a voz en cuello
Rugido victorioso

Soy el sol coronado
La voz del honor y la luz
La sonrisa de una promesa cumplida
La luna deambulando el dia

Soy el sol ascendiente
Puño orgulloso del alba
Derrotando las sombras
Destruyendo las máscaras

Soy el sol oculto
Acechando tras el velo de la noche
Muerte intangible del injusto
Flecha ciega en el blanco

Soy el sol resplandeciente
Mirada fulgurante del cénit
Juez y jurado de todas las cosas
El canto del trovador

Soy el sol descendiente
Señor de los cinco elementos
Aura conciliadora del crepúsculo
Calma y tormenta en perfecto equilibrio

G.

Vision

Soy la pregunta
a la respuesta que estabas buscando
Como seis son doce girando solos
Soy el paraiso

Soy la duda
Despedazando tu cabeza enredada
Como tres son quince quietos
Soy el infinito

Soy la eternidad
Una vuelta completa de la espiral infinita
Como uno es seis encerrados ahi
Soy el tiempo

Soy la Realidad
Todo lo que ya no está ahí
Como cero es cero entre paredes grises
Soy la verdad

Y soy nada más que una palabra

G.

333

Entre líneas
Pero eramos todos títeres
En el armario
Como diez
No
De verde
Ahora no te creo
Si nunca dijiste mentiras
¿O mentiste verdades?
Lo hiciste dos veces
Tres
Seis
(el numero de la bestia)
Hay una pila de sillas
Llegaste a ningun lugar
Y cerraste la puerta
Los genios te saludan desde lejos
Vos sólo apagas la luz

G.

La tierra de los muertos

El perfume inundaba toda la habitación.
Indómito, inescapable,
como lo certero de una verdadera mentira
y lo inmanente del caos,
el recuerdo de lo que ya no es.
Miré hacia el techo
y sentí las nubes arremolinarse en lo alto,
infinitas escaleras arriba.
Pude percibir los rayos batirse contra la tierra,
tambores de guerra del cambio que se avecina.
Se acerca una tormenta,
ya no duermo cuando hay tormentas.
Salí a la calle y pise algo entre las cenizas.

Era una flor violeta.

G.

Genios

Con miles de ojos observando
Una niebla que cubre
Y olvidás el resto de tu vida
Es un cuerpo resonando el agua
Y es jauría
Repitiendo una y otra vez
Siempre distinto al tiempo
A la derecha del unisono
Estalla en cien mil
quinientos ochenta y siete
Lapsos de la memoria
Del mañana que no está
Buscamos hoy
Un segundo infinito
No pienses enjambre
Una capilla de panzas
Son cuarenta y cinco
Y dos cabezas
Ninguno cree
Todos razonan

G.

De una noche

Un espejo roto
En lo mas recóndito
Y perdido del núcleo
Refleja el lado mas feo
De los que no quieren ver
Se oyen lejos
Los pájaros cínicos
Con su aura lúgubre
En la noche alada
Del corazón cristalizado
En la noche alada
Con su aura lúgubre
Los pájaros cínicos
Se oyen lejos
De los que no quieren ver
Refleja el lado mas feo
Y perdido del núcleo
En lo mas recóndito
Un espejo roto

G.

De las estrellas y tus ojos

Estiro mis brazos
Abarcando todo lo que existe
Soy dios
En mi mente soy dios
En mi mente soy yo
En mi mano soy yo
Yo soy insignificante
Y abarco todo lo que existe
En mi mente
Puedo ver que las estrellas
Brillan tanto en mis ojos
Como en los suyos
Y no importa de quien sean
Y no importa de quien seas
Las estrellas son mas libres que ambos
Y, sin embargo, abarcamos todo
Cada uno de nosotros
Poblamos universos eternamente
En mi mente
En tu mente
En las estrellas
Las estrellas son mas libres que ambos
Pero estan cautivas en tus ojos
Y en los mios
Y cuando salga el sol
Va a estar en tus ojos
Y tus ojos en los mios
Y las estrellas van a esconderse
Del sol
Hasta que sea de noche nuevamente
Y sean libres
Las estrellas son mas libres que ambos
En mis ojos
Que estan en tus ojos
En los mios
Por siempre en los tuyos
Relajo mis brazos
Y todo sigue en su lugar
Mi respiracion se vuelve lenta
Estoy listo para descansar un largo rato
Doy mi segundo paso en el otro mundo
Y no siento ningun temor.

G.

lunes, 8 de noviembre de 2010

La cancion del cambiaformas

Como la serpiente, porque también fue ella, el cambiaformas cantaba:

"Fue el día que,
parado en una maceta gigante,
quise apreciar lo bello,
y supe que era nada
y todo fue igual.

Fue el dia que,
sonriendo al rió interminable,
fui halcón
en el limite de un valle sin miedo,
y todo fue quietud.

Fue el dia que,
a la sombra de una palmera inquieta,
llame a gritos al viento,
pero este no me entendió
y todo fue estático.

Fue el dia que,
en el horizonte mas lejano,
me hice piedras y arena,
y una pareja en la playa
y todo fue incomodo.

Fue el dia que,
persiguiendo un ideal,
me encontre cara a cara con el miedo
supe que estaba triste
y todo fue elegir.

Fue ese dia,
el mas largo de todos,
en el que pude elegir
y fui libertad."

Porque a buen entendedor, pocas palabras.
Te saludo, desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad

G.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Del nacimiento de un ser inconmensurable

Todo el lugar parecía esconder el secreto. Abrumando, así, a cualquiera que entrase a la habitación, por suspicaz que fuera. De ese modo, cuando entré finalmente y sentí la puerta cerrarse detrás mío, me sumi en la mas abismal y sórdida de las desesperaciones. Quise salir, escapar. Sudaba. Perdí momentaneamente la razón.
Me encontré diez minutos después, acurrucado contra una rincon de las mohosas paredes. Supongo que sería importante que describa la habitación. Era perfectamente cuadrada y por las paredes parecía trepar moho desde el techo y el piso cubriéndolas, casi en su totalidad, por manchas negruzcas y emanando un hedor humedo, casi palpable. Estaba toscamente iluminado por dos luces de neon en el centro exacto del techo. Sin embargo, ni la suciedad general del recinto, ni el evidente estado de decadencia del retrete y el lavabo, que se acomodaban en la esquina opuesta a la puerta, generaban la sensación de estar entrando a una realidad muy diferente a la que conocemos, o estamos acostumbrados a transitar. No, era algo mas. Algo había ahí que transmitía esa sensación de ominosidad, de obscuridad. Algo tan profundo y antiguo como los dioses muertos. Lo suficientemente visceral como para arrastrar a las mentes mas poderosas a la insanía mas arraigada. Un ente de tal morbidez que nos forzaba a velarlo con una ilusión de realidad. Fue cuando entendí eso que se produjo el cambio.
Pude contemplar, desde una distancia imposible, a una criatura, un ser obscuro como la profundidad de las estrellas, rodeado de una negrura aún mas espesa e indómita que la suya propia. Creí ver otros como el moviéndose en la negrura, pero en ese momento debí retornar a la vigilia.
Seguía en la habitación. Ahora que conocía el secreto, y había contemplado con mi propia consciencia a ese ser infinito, inconmensurable, todo el lugar hedía a mentiras. Rompí el espejo a puñetazos e, impulsado por una revelación, me despojé de mis ojos traicioneros. Al fin pude ver con claridad, me sentía desatado y libre para odiar a los patéticos amantes de esa mentira gris que llaman realidad. Podía ver la negrura de los seres infinitos y ya no había puerta, ni paredes, ni mundo. Yo era uno y todos, y todo. Estaba mas allá del tiempo y el espacio. Estaba junto a mi agonizante hermano, listo para aceptar su legado, sus galaxias y almas; y forjar mis propias deidades.


G.

7 pasos

Llego al borde, miro hacia atrás y veo lo que yá olvidé mirarme desde el sombrío valle.
Dos pasos.
Estoy mas cerca. La consciencia y la inconsciencia se tocan en un plano desconocido.
Un paso.
Percibo sensaciones lejanas, todas las personas que conocí desfilan frente a mis ojos como muñecos.
Tres pasos.
Ya no quiero pensar.
Un paso.
Me detengo, hay algo que no está bien.
Retrocedo siete pasos.
Llego al borde, miro hacia atrás y lo que ya olvidé no está ahí.
Ocho apurados pasos.
Me detuve a un paso de la puerta como si una fuerza me obligara a hacerlo.
Hay algo que no está bien.
Creo que fue una desición apresurada.
Miro el reloj, queda poco tiempo.
Intento retroceder. No puedo. Volteo.
Ahi estoy, mirándome fijo a los ojos.
Retrocedo, asustado, ocho pasos.
El espejo parece una puerta desde acá.
Retrocedo un poco mas.
Llego al borde.


Desde (e(t(s(e(0)e)s)t)e) lado de la secuencia.
Vibraciones e intensidad.
G.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Lo que ve hombre-serpiente

Risas en ecos en un lugar. Lejos, 12 constelaciones mirando fijo hacia abajo. Un planeta-ciudad desierto, lleno de secretos. Urjurra, viajando por el espacio, en la orbita de marte. Un sueño en un poeta en una catedral a oscuras. Una vision de mundos enteros conjungandose sinergicos en un todo. Viento, desde el sol y hacia el universo.
En el centro de la galaxia, un cristal de tiempo solido concentra toda la existencia. Irradia informacion en rayos luminicos omnidireccionales. Libres, las almas se elevan por encima del cielo, abarcando cada vez mas percepciones. Anillos de espacio secuencial se completan uno tras otro. En el ojo de la serpiente, el reflejo de todos los fines y finales. La ultima pulsacion de un cosmos que se hace caos. Hermes T. predicando invenciones, forjando el mundo a su imagen y semejanza. Siete mil millones de cuerpos parados sobre una roca en algun lugar de la nada.

La serpiente cerro sus ojos.

Estaba agitado, quise hablar, pero ninguna palabra poseia ya significado. Ningun pensamiento podia estructurarse a veintiocho letras y algunos simbolos de entonacion.

La serpiente mordio mi brazo, recordandome que "eso" no era ni mas ni menos real o verdadero que la maquina transmisora de entretenimientos o los "parientes" de Mildred.

¿Que era "eso"?¿Que habia pasado ahi?¿Quien era yo?¿Que era yo?

Pero poco importa, porque todas esas preguntas fueron formuladas en pasado.

Por eso te saludo, desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad

G.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Voces

Había voces de nadie cantando la vida. Había agua en el aire y fuego en las nubes. Caminábamos despacio, como arrastrados por el pulsar constante de un corazón mecánico. Los pies estaban cansados, entraban y salían de los charcos apagadamente, sin salpicar y con un dejo de resignación. Pasaban las horas, las cuadras y nada parecía percatarse. Llegamos a una escalera. Desde abajo subía la asfixia del caldo humano que no nos esperaba. Calor, fuego en la piel, agua en la ropa. Ruido, conversaciones ajenas, trance, belleza.

EMERSION

Respiramos nuevamente el pesado aire, otra vez el agua estaba en el aire y el fuego en las nubes. Sonaban truenos en las alturas y en la tierra, los hombres libraban una carrera desesperada contra la muerte. Aterrados, corrían de un lado a otro intentando escapar de la única certeza con la que habían nacido. Y la muerte observaba el panorama, un poco extrañada, un poco divertida. He de admitir que el caos presente en ese espacio era bastante gracioso. Y la presencia de semejante ominosidad aportaba, de alguna manera, al clima eufórico que ya empezaba a gestarse en los corazones más agitados.

El volumen de las voces aumentaba, pequeños grupos se formaban en torno a canciones populares, otros bailaban, otros charlaban de la correspondencia entre los sucesos celestes y terrestres y de qué papel jugaba el deseo en todo eso. Nosotros simplemente observábamos... algo no era evidente. El volumen de las voces seguía creciendo.

CRESCENDO

Empezaron los gritos, cada vez con más fuerza, ritmos espontáneos se entrelazaban, cada vez mas fervientemente, cada vez más rápido. Los grupos comenzaron a unirse en grupos más grandes hasta que solo quedaron dos grupos entonando una canción. La Canción. Cada vez con más ahínco, cada vez con más garganta, cuero, risa, fuego, rayos y truenos. Callaron las voces. De todos los que se encontraban ahí, no quedo más que el eco de ese último grito. Miramos hacia arriba. Ya no llovía.

Había voces de nadie cantando la vida.


Desde este lado de la secuencia, te saludo.

Vibraciones e intensidad.

G.

martes, 2 de noviembre de 2010

De la vida y sus formas


Habló el cambiaformas:

"Soy agua. Soy un charco en el desierto, barro en el desierto. Soy toda el agua, toda. Nací para amar al aire en nubes congeladas, pero me enamoré de la tierra. Pedí al fuego que me derrita para así llover sobre ella. Y así lo hice, durante incontables eones lloví sobre la tierra cada vez mas húmeda, mas llena de mi. Y cuando deje de llover me recosté sobre ella y mire al cielo. Aire y Fuego, y dormí. Cientos de eras reposé sobre la tierra, con la cara hacia el cielo. Y vi nacer a los seres de barro. Agua y Tierra. Amé a esas criaturas que eran mis hijos y de ella. Y ya no pude voltear a verla, el mas mínimo movimiento acabaría con civilizaciones enteras. Pasé milenios, centenares de ellos, escuchando a los seres de barro ir y venir. Siempre de cara al cielo, como si esa fuera mi pena por desobedecer el mandato. Entonces bajó el Fuego en forma de una esfera luminosa que se hundió en mi y después en la tierra y fue una semilla, y esa semilla bebió de mi, bebió todo lo que era y fui semilla. Desde el centro me abrí paso hasta sentir el aire, pero era un tallo y los tallos son como los seres de barro, no sienten el aire. Pero sentí el calor y vi a la esfera bien alto en el cielo. Me estiré todo lo que pude para alcanzarla, pero todo no parecía ser suficiente para abarcar ese aire. Así pase cientos de años, hasta que pude soñar esa esfera dentro mío. Y la esfera quemó mis raíces y me obligó a caminar por la tierra, como las criaturas de barro. Me descubrí hambriento y abandonado, era tierra y agua y fuego, pero ninguno de los tres. Ya no amaba a la tierra y, en ese momento de claridad, recordé el mandato e intenté imitar el sonido del viento. Pero los elementos no hablan como las criaturas de barro y, aunque intenté durante meses, nadie respondió. Caminé durante días sin ninguna idea, mi fuego se había apagado y casi no sentía el agua. Era Tierra, Tierra que llamaba a la Tierra para reunirse y volver a ser completa. Me tendí en el suelo y quise ser polvo. Y fue el viento quien trajo las nubes. Y fue el fuego quien las creo, secando a las criaturas de barro. Gota a gota volví a ser. Ser agua. Ser un charco en el desierto."

Y así como termino de hablar señaló hacia arriba y abajo al mismo tiempo. Y desapareció, como los recuerdos olvidados. Se desvaneció en ese lugar ajeno y recóndito que tenemos en llamar la nada. Pero no vamos a hablar hoy de la nada o, mejor dicho, La Nada. Tal vez mas cerca del otoño, hay demasiado sol hoy.

Dicho eso, te saludo desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad

G.