lunes, 13 de junio de 2011

La enviada

La enviada me habló tranquila, pero sin detenerse. Sus palabras hacían eco lentamente en el sopor de letanías disimiles que poblaban mi percepción. El Ego, agitado y escindido de si mismo se debatía en direcciones opuestas. Eventualmente, Ego y ego se detuvieron a escucharla. Continuaban orbitándose mutuamente, pero sus accionares se volvían cada vez mas fluidos. Eventualmente, me fui a reflexionar sobre lo escuchado. Mi vista aclarada podía distinguir los arquetipos olvidados que operaban tras la apariencia. Pensé en mi destino, aquello que ignoro, acaso, por voluntad propia. Pensé en El Loco, el arcano sin numero, que lo atraviesa todo. Pensé en los astros y en Hermes y en las cosas reales siendo no necesariamente las verdaderas. Miré hacia arriba, baje la cabeza y seguí caminando.

Y te saludo, desde este lado de la secuencia.
Vibraciones e intensidad,
G

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. muy bueno
    ya extrañaba leer algo tuyo
    y me preguntaba cuando ibas a volver a postear

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