Encordadas las mentes a la voluntad del sonido.
Ascendiendo y descendiendo por los ritmos subliminales.
Se desafían mutuamente hasta alcanzar los reinos de lo increíble.
Dibujan paisajes de maravilla con sus voces.
Resuenan los acordes, reverberan las ideas.
Un color destaca, el resto lo siguen.
Urdiendo formas en el aire, estallan en cánticos barbáricos.
Los soles se hacen uno y uno con la Voluntad.
Son síntesis y propuesta.
Son impersonales calvarios expiados.
Son las palabras de las almas.
Son el alma de las eras.
Son las eras de los hombres.
Son los hombres que cantan La Canción.
Después se preguntarán: ¿Qué fue lo que pasó?
Con algo de suerte, alguien los reconocerá como hermanos.
G
martes, 28 de junio de 2011
sábado, 25 de junio de 2011
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En algún momento había perdido la cuenta.
Así que dejó de contarlos.
Sin los números para identificarlos parecían una sola gran masa cuyo único común denominador era... la falta del mismo.
Algo frustrado, quiso mirar en otra dirección, pero la situación no era muy distinta.
No podía asegurar si estaba mirando en otra dirección.
Lo mismo sucedió cuando intentó cerrar los ojos.
El espacio se cerraba sobre él.
Quiso perder el conocimiento.
Pero para ese momento ya había sido devorado por el universo.
G
domingo, 19 de junio de 2011
Desde muy alto
Sueña con saltar al vacío, entregarse al viento. La velocidad de sus muecas hace mella en algunas historias poco abundantes en los páramos que refieren. El aire se abre a su paso, resuena en sus oídos, sacude su consciencia. Desfilan por su visión LOS CUADROS DESDIBUJADOS POR SERES DESDIBUJADOS. No los ve. Solo tiene miradas para el cielo que, cada vez mas lejos, acomoda sus estrellas para sonreirle. Cierra sus ojos, por primera vez en mucho tiempo. Siente el sol asomar en el horizonte. La calidez cubre su piel, llega hondo, hasta sus huesos. Ya amanece, y la tierra se extiende amplia a sus espaldas. Los primeros rayos del sol pasan por su cuerpo al tiempo que este se entierra en el suelo.
Urjurra kay yeoh.
G
miércoles, 15 de junio de 2011
Un rinoceronte de plástico
Un rinoceronte de plástico me contó tu secreto.
El mas arcano y oscuro de todos.
NO ERA MAS FELIZ POR SABERLO.
Pero saber lo hacía diferente.
Como vos y yo,
el quería saber.
Nunca le pregunté qué,
pero tampoco hizo falta.
Me caía bien el rinoceronte,
hablaba poco y sabía como tratar a las personas.
Conocía las costumbres y las formas,
contaba buenos chistes y nunca estaba de más.
Amiguero como pocos, el rinoceronte.
Y nunca, pero nunca
lo vi solo.
Siempre con un amigo, o la belleza de turno.
Y si era pagada... Lo admitía con orgullo
y después la invitaba unos mates.
Todo un caballero, el rinoceronte.
Yo maté al rinoceronte.
No tenia sentido que viviera,
¿Cuántos rinocerontes de plástico sobreviven las exigencias de estos días?
Ahora me escribe cartas y jugadas de truco.
En una de sus cartas estaba el secreto
y como cantar retruco sin que el otro se de cuenta.
TODO UN JUGADOR, el rinoceronte.
G
lunes, 13 de junio de 2011
La enviada
La enviada me habló tranquila, pero sin detenerse. Sus palabras hacían eco lentamente en el sopor de letanías disimiles que poblaban mi percepción. El Ego, agitado y escindido de si mismo se debatía en direcciones opuestas. Eventualmente, Ego y ego se detuvieron a escucharla. Continuaban orbitándose mutuamente, pero sus accionares se volvían cada vez mas fluidos. Eventualmente, me fui a reflexionar sobre lo escuchado. Mi vista aclarada podía distinguir los arquetipos olvidados que operaban tras la apariencia. Pensé en mi destino, aquello que ignoro, acaso, por voluntad propia. Pensé en El Loco, el arcano sin numero, que lo atraviesa todo. Pensé en los astros y en Hermes y en las cosas reales siendo no necesariamente las verdaderas. Miré hacia arriba, baje la cabeza y seguí caminando.
Y te saludo, desde este lado de la secuencia.
Vibraciones e intensidad,
G
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