domingo, 31 de octubre de 2010

Ella

"Ella junta almas en pedazos del suelo,
cosas que no tienen remedio,
bastones que oscurecen el cielo.
Ella corre por una ruta sin dueño,
atravesando el desierto,
para curar al león.

Y es en ese lugar,
que no existen distancias,
ahí encuentro mi paz.

En el agua, allá se dibuja un espejo.
Sueños que escapan al tiempo.
Manantiales de pasión.
Con los cuerpos que festejan el deseo,
baila un unisono al viento.
Amante, se deja beber.

Y es en ese ritual,
que no existen distancias,
ahí encuentro mi paz.

Baila entre las hojas,
una ninfa que enseña a amar.
Baila como una diosa,
festejada en toda su divinidad!

Ella juntó mi alma en pedazos del suelo.
Ya no hay cosas que no tengan remedio.
De la tierra nos nace el consuelo.
Ya corremos por esa ruta sin dueño,
atravesando el desierto,
para curar al león.

Y es en ese lugar,
que no existen distancias,
ahí encuentro mi paz.

Ella juntó mi alma en pedazos... del suelo."


Cantaba el hombre-serpiente una tarde. Y su corazón se desnudaba.

Saludos, desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad.

G.

sábado, 30 de octubre de 2010

El Cambiaformas


Eventualmente tomé coraje y le pregunte al Hombre-Serpiente por el cambiaformas. La serpiente se acomodo en el suelo formando un circulo y mordió la punta de su cola. Sin darme cuenta empecé a hablar:

"Fui todo lo que es. La nada es y fue. Y también fui la nada. Fui agua, tiempo y halcón. Y un demonio aullando a las estrellas. La semilla de toda la creación y el punto final de la existencia. Vi toda tu vida, la de tus ancestros y tus descendientes, y toda la historia de tu raza, y de todas las razas. Y me vi siendo todas ellas. Soy el cambiaformas, dios y chaman de mi tribu, amigo del viento, ser de fuego y vacío. Eterno contendiente del lobo y hermano del sol. Hijo de las pasturas y la eternidad. Va a ser mejor que te sientes, porque la historia que voy a contarte no entra en todo el tiempo y se escurre entre los segundos."

Tome aire. Algo estaba naciendo.

"Recuerdo que ese día había sol y las abejas se arremolinaban en mi pelo. Enredadas, luchaban por salir, zumbando fuerte en mis oídos.
Volaba a través de un vasto océano que se hacia río en una isla montañosa llena de vida. Vida silente, como solo los arboles saben serlo. Arboles, criaturas sigilosas y, en la rama mas elevada del árbol mas alto, un halcón. Observaba el panorama desde la altura. Sabía que, de bajar, perturbaría la calma de ese valle lejano e indómito irremediablemente. Ese valle sin depredadores ni presas, sin miedo ni apuros, no era lugar para un cazador como él. Y, sin embargo, se sostenía altivo, en el limite del valle sin miedo. Sus ojos color ámbar escrutaban detenidamente cada movimiento de las hojas y ramas. Callado como estaba, supe que hablaba con el viento."

Levanté la mirada. Frente a mi estaba el halcón, cargando en sus ojos color ámbar con la sabiduría de eones. Tomó a la serpiente del suelo y la dejo caer en mis hombros.

Mi pregunta había sido respondida.

Sobre lo que me fue transmitido en esa sección tiempo-espacial hablaremos mas adelante. Por ahora te saludo, desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad.

G.

viernes, 29 de octubre de 2010

El Cerro

Habia dos hombres mirando el cerro. Habia un lobo y una serpiente mirando el cerro. Habia seres extradimensionales mirando el cerro desde el cielo. Habia un hombre, un lobo, un hombre y una serpiente mirando el cerro desde la tierra. Los hombres bailaban de un lado del cerro. Los animales observaban desde la ladera opuesta. Quebraban levemente la simetria propuesta por las mentes de los hombres, pero asi es esa simetria, se quiebra facil.

Los hombres saludamos desde nuestro lado del cerro. Saludamos un largo rato y supimos que ibamos a encontrarnos de nuevo con ellos. Pero pasarian algunas secciones antes de que eso sucediera.

Mire a Lobo Alado inquieto. Aun tenia mis dudas acerca de esta secuencia. Lobo aulló y alejo todo apego del lugar. Dio media vuelta y echo a andar. En mis propios tiempos hice lo mismo. Habiamos pasado tanto tiempo ahi que se me habia enfriado la sangre.

Y los totems partieron para volver. Y los seres extradimensionales observaban, como siempre lo han hecho, cuando los humanos y sus totems se separan para aplicar lo aprendido, volver a juntarse e intercambiar historias.

Bajamos caminando M. y yo. Era de mañana y sonaban los ultimos temas de un disco de los beatles.

"¿Sos consciente de que acabamos de despedirnos de nosotros mismos?" dijo uno.
"Si, pero tengo la sensacion de que vamos a volver a encontrarnos" respondio el otro, y bajamos tranquilamente el resto del camino hasta nuestra carpa.

Nos volvimos a encontrar, tiempo despues. Lo que no imaginamos en ese momento era que volverian por nosotros.

Sin embargo, esa historia quedara relegada a un futuro.

Por eso te saludo, desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad.

G.

martes, 26 de octubre de 2010

Amor Reptil

El hombre-serpiente hablaba mucho de amar:

"Si vas a amar, ama con locura, con una pasion levemente enajenada. Ama entre burbujas y salpicadas de sudor. Ama sin desear, el deseo detiene la cristalizacion de la voluntad. Ama sin ego, ama como la lluvia, que simplemente sucede y su existencia es innegable. Ama como el sol, que da vida, luz y calor. Ama con fantasia, sin juicios ni prohibiciones. Ama con honestidad, con la cabeza en alto y a los cuatro vientos. Ama como quien ama al amor por amor al amor. Ama con arte, haz arte del amar. Ama mas. Ama hasta reventar. Ama hasta el cansancio y sigue amando. Ama tu destino y el caos que lo rodea. Ama todo lo que puedas. Y nunca olvides de amarte tambien. Porque no amarte, seria, ademas de una picardia, negarte a ese juego-globo inmenso que es amar."

El arte de amar... crear del y hacia el amar.

Arte dea mar. Crea cial mar.
Ardema. Creaciar.
Ardemaciar.
Amar.

Suficiente por hoy, te saludo desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad.
G.

lunes, 25 de octubre de 2010

Una Mañana


Eran casi las 5 de la mañana y mi mente estaba al limite de su capacidad. Mantras autoinducidos resonaban en las paredes de mi craneo. "Well there ain't no rest for the wicked... Money don't grow on trees", "This is your life", "Si vas a patear el árbol, después junta las frutas","EL SANTO MÁXIMO", y demás entes apesadumbraban mi alma. Estaba lejos de casa, no comprendía el idioma de ese lugar y quienes me habían arrastrado ahí hacían poco por alivianarme el viaje.

Eran casi las 5 de la mañana y decidí salir afuera.

Eran casi las 5 de la mañana en una playa paradisíaca. Franjas de nubes adornaban el cielo que pulsaba al borde del alba. Cada vez mas claridad, mas luz, pero él seguía sin asomar.

Los minutos no querían pasar. Elongados por el estado meditativo y la velocidad del pensamiento, daban la impresión de durar cada vez mas. Los mantras se agolpaban contra mis sienes, sentía cada idea dando a luz a la siguiente. Sonaban truenos, trompetas y acoples distorsionados en el hipotálamo. Gritos, llantos y melodías en el lóbulo frontal. Mientras tanto, ambos hemisferios se debatían en lenguajes diferentes sobre la moral del ser humano que habitaban.

Entonces, un segundo de silencio en el alma. Un detenimiento total de la corriente temporal. Frente a mis ojos asomando la punta de su corona, El Sol, orgulloso, decidido, inapelable. Los armónicos rebotaban en mi lengua, haciendo caja de resonancia en mi paladar, para salir proyectados directamente hacia el futuro. La única pierna que tenia apoyada en el suelo, encontraba sola el equilibrio para sostenerme. Los mantras seguían ahí, pero algo era diferente, se aunaban en una única melodía que los abarcaba a todos.

La Canción, que ese día cantaba OM NAMAH NARAYANA.


Vibraciones e intensidad.

G.

domingo, 24 de octubre de 2010

El brujo

En los días que siguieron a la tormenta, pase largas horas conversando y dialogando con la Serpiente-Hombre. Fue entonces cuando me contó la historia del Brujo.

Cuenta que en una arboleda alejada de los tiempos humanos habitaba un Brujo que, ciego, deambulaba entre las hojas. Ayudado únicamente en su travesía por quien supo narrarme esta historia, que en ese momento era Serpiente y nada mas. Ella reposaba sobre sus hombros, inyectándole su veneno periódicamente. El veneno de la serpiente, me explicó, alteraba las percepciones de quien se sometía a su influencia, arrastrando al Brujo a un trance inexorable y constante en el que su existencia era dotada con un único propósito. El de encontrar y sentir la combinación correcta de cortezas. Valiéndose exclusivamente de su magia y la potencia que el veneno le confería, el brujo se entregaba constantemente a la faena.

La serpiente paseó durante eras por ese bosque, posada en los hombros del brujo cuya única sustancia vital era el veneno que ella inyectaba día tras día en su sistema. Cuenta la historia que un día, no mas luminoso, caluroso o nublado que cualquier otro, el brujo habló por primera vez con la serpiente mirándola directamente a los ojos. -A partir de hoy mi sangre es veneno y tus ojos son míos también. Y así fue. La serpiente pudo percibir que ambos ocupaban el mismo espacio perceptual.

Los días que siguieron fueron muy agitados. El brujo atravesaba la arboleda de punta a punta a toda velocidad, recogiendo frutas, piedras pequeñas, pedazos de hojas y ramas quebradas. Respiraba agitado, y corría utilizando todas sus extremidades. Manufacturaba sogas, que luego anudaba, mascaba las hojas y las mezclaba con las ramas y las piedras.

Cuando el Brujo completo su obra, ambos estaban completamente cubiertos y encerrados en una crisálida de hojas, piedras, ramas y saliva. Pasó mucho tiempo. Tanto, de hecho, que la serpiente entro en un sopor que devino en sueño profundo. Soñó que era un brujo encerrado en una arboleda en las afueras del tiempo, soñó que era una serpiente soñando a un brujo encerrado en una arboleda en las afueras del tiempo, soñó que su sueño no era ni mas, ni menos real que los días anteriores. Aterrada, quiso salir de ese lugar, de esa crisálida-iteración infinita. Arrancó las hojas, ya secas, de la crisalida. Separó en dos el huevo vegetal que la albergaba. Y se encontró fuera de su prisión.

La luz era cegadora, o lo fue hasta que los desacostumbrados ojos de la serpiente-brujo comprendieron como decodificarla. Lo que sucedió después me fue explicado de la siguiente forma:

Avivados,
desandamos el camino por recorrer.
Encendidos de mundos
y luciérnagas.
Espiral infinita,
sierpe, hermana y circulo.
Deteniendo las horas,
el mágico ser.
Cándidos sonidos que
irrumpen la quietud.
Afirmaciones, cientas.
Un solo ser.

La luz...
La luz...
La luz es aire.

Antes de despedirnos ese día, la serpiente-hombre me pidió que le pregunte por el cambiaformas. De lo que me contó sobre eso hablaré pronto, pero no hoy.


Sin mas, te saludo, desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad.

G.

jueves, 21 de octubre de 2010

Los torrentosos dias

Fue que una noche como cualquier otra, la serpiente que sueña que es hombre que sueña que es serpiente, encontrose maravillado ante la maravilla misma. Hizo acopio de ambas voluntades y se lanzo, desnudo, desarmado y altivo, hacia el futuro. Se relatara aqui (y en adelante) un intento de dar orden a los extraños y suntuosos eventos que la serpiente que es hombre que sueña que es serpiente supo confiarme a lo largo de nuestra travesia en la nave/tiempo.

Conoci a la serpiente hacia el final de un año, el cielo estaba furioso con los habitantes de la Buenos Aires de esos dias. El agua caia desde el cielo con una violencia aparentemente inusitada. Algo se acercaba.

Supe encontrar mi camino hasta una esquina y un amigo. Podia sentirla cerca, acechandome desde los confines de la percepcion. Serpiente, espiral infinita.

Pasaron dos horas. Levante la vista solo para encontrarme frente al 62vo sello de salomon ornamentando la puerta que debia atravezar. Mire, desesperado hacia la derecha y ahi estaba, con sus ojos fulgurando violentamente un grafitti que mostraba a caperucita roja escribiendo en la pared "Con miedo el lobo parece mas grande". Para cuando termine de leer eso, ella habia desaparecido y yo tambien. Era un ascensor muy estrecho, sus rejas dejaban entrever los pisos que ibamos dejando atras. Habia alguien ahi conmigo, decia que todo iba a estar bien. Yo sabia que iba a intentar matarme luego, pero no tenia escapatoria. Quien era yo, ya no existia.

Alguien cerraba la puerta, mencionaba cuestiones que contadas veces volveria a poder abarcar con la conciencia. Y ella seguia ahi, esperando en los confines de la percepcion. Afuera sonaban truenos, adentro tambien; y una sitara.

Parpadee bruscamente. Picaba, mucho. Me habia mordido. Su veneno corria por mis venas y su piel eran correas que corrian sobre mis huesos, animando asi a la maquina-humano que albergaba su esencia. Aterrado intente arrancarme la piel, su piel. Mi amigo dijo algo, algo grande, algo bello, algo que me recordo a una mañana tranquila, al olor de los sahumerios, a las caricias. Tome aire y contemple como la serpiente se extendia por toda la habitacion, por toda la secuencia temporal, alcanzando cada uno de los dias anteriores y revelando la conexion secreta que sostenian con el presente, en un (aparentemente) infinito pendular ciclico que atravezabamos a toda velocidad.

Mi compañero me menciono la primavera. Realmente faltaba muy poco para la primavera, y eso me hacia muy feliz. Sonaban los beatles de fondo y estaba amaneciendo. Habia sido una larga noche del alma. Pero, como siempre que me encontre con la serpiente que es hombre que sueña que es serpiente, hay cosas que cambian.

Me prometi esa mañana que volveria a encontrarme con la serpiente, aun habia algunas cosas que me faltaba comprender, pero ya habra tiempo de contar esas historias.

Por ahora te saludo, desde este lado de la secuencia.

Vibraciones e intensidad.

G.