Trepa por las paredes,
a las ventanas
a la octava potencia de Venus
encandilando las orillas de una vertiente
profundidad insondable
se cuela, invisible,
casi a escondidas por detrás de los ojos
y susurra infatuaciones encantadoras a los oídos dispuestos
No se hace esperar
cae como la lluvia
inundando todo a su paso
desbordando la cordura, la inanición
ese amor abstracto y terrible
demasiado enorme para ser real
tan inmenso que abarca la existencia entera
truenos, tambores, éxtasis dionisíaco
las almas intercaladas,
disueltas en gradientes de color ordenados en mandalas
la mente en blanco
regresa muy lentamente
caos que se diluye en forma
las luces dibujan los contornos con trazos veloces, salvajes
troncos, ramas, hojas, viento
un hombre parpadea mirando al sol
un hombre sueña con el universo
g
lunes, 21 de noviembre de 2011
sábado, 12 de noviembre de 2011
Pb -> Au
Hora de reescribirse.
Saliendo, asomando entre los dientes,
entre la espuma que surge de las tripas.
Espantos, como luces invertidas, al servicio de lo prohibido.
Hora de reescribirse, digo,
y que el pasado no pese en los pies que pisan.
Se aflojen los hombros, las mochilas
que las caras se vean y se suelten las risas.
Hora de reescribirse, pues.
Y entonces?
Y entonces las uvas se hagan vino.
La tierra-hombre emergiendo de sus propias entrañas,
refulgiendo y refunfuñando,
llorando a gritos mientras intenta concebir esta amalgama de individualidades superpuestas, egos rotos y ruinas de cosas que fueron
vida, exclamandose existente.
Renacer, piensa, y mira el umbral ya cruzado.
Sabe que escribe elogias de sus cadaveres
y pinta, con trazos salvajes y enfebrecidos
sobre sus propias pieles descartadas.
Sonríe hasta las muelas, y advierte:
"Cuidado con lo que desees."
y del mismo modo el adversario en el espejo lo aterra ominoso.
g
Saliendo, asomando entre los dientes,
entre la espuma que surge de las tripas.
Espantos, como luces invertidas, al servicio de lo prohibido.
Hora de reescribirse, digo,
y que el pasado no pese en los pies que pisan.
Se aflojen los hombros, las mochilas
que las caras se vean y se suelten las risas.
Hora de reescribirse, pues.
Y entonces?
Y entonces las uvas se hagan vino.
La tierra-hombre emergiendo de sus propias entrañas,
refulgiendo y refunfuñando,
llorando a gritos mientras intenta concebir esta amalgama de individualidades superpuestas, egos rotos y ruinas de cosas que fueron
vida, exclamandose existente.
Renacer, piensa, y mira el umbral ya cruzado.
Sabe que escribe elogias de sus cadaveres
y pinta, con trazos salvajes y enfebrecidos
sobre sus propias pieles descartadas.
Sonríe hasta las muelas, y advierte:
"Cuidado con lo que desees."
y del mismo modo el adversario en el espejo lo aterra ominoso.
g
Almíbar
Nube que azul se ilumina
como alguien que no quiere escuchar
Sigo sin miedo a los horrores acechantes
Sombras que ya no me quieren acompañar
Deseo una voz amiga y superflua
para encontrarle sentido
busco al devastador asombro de lo perdido
y dejar tu optimismo guardado por ahi
para aprender y amar y correr
Después hay que tener ganas de seguir
caminando de espaldas
Siento, pero no lo deseo
Ahora perdura la intención
solo hay que tener las agallas
g+db
como alguien que no quiere escuchar
Sigo sin miedo a los horrores acechantes
Sombras que ya no me quieren acompañar
Deseo una voz amiga y superflua
para encontrarle sentido
busco al devastador asombro de lo perdido
y dejar tu optimismo guardado por ahi
para aprender y amar y correr
Después hay que tener ganas de seguir
caminando de espaldas
Siento, pero no lo deseo
Ahora perdura la intención
solo hay que tener las agallas
g+db
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